El TEPJF, un mugrero

diciembre 12, 2023
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Por Álvaro Delgado Gómez

Felipe Calderón encumbró como subsecretario de Gobernación, diputado federal y senador a Roberto Gil Zuarth, quien lo aprovechó para convertirse desde entonces en gestor de un vasto amasijo de intereses políticos y económicos que lo volvieron millonario. Y al lado de él, siempre fiel, ha estado Reyes Rodríguez Mondragón, magistrado del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Desde que hace un cuarto de siglo se conocieron como estudiantes de la carrera de Derecho en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), si bien en generaciones distintas, ambos han caminado juntos, y al finalizar el sexenio de Calderón Gil Zuarth impulsó, desde el Senado, a Reyes Rodríguez, primero como magistrado regional de Monterrey y después de la Sala Superior, hasta presidir el organismo que tiene la última palabra en materia electoral.

En medio de la nueva disputa por el control del órgano de justicia electoral es preciso recordar estos datos y reiterar, una vez más, que en esa institución anida una lógica facciosa que no sirve a la sociedad. No le sirve ni a los partidos.

Esta rebatiña no es nueva, porque en cuatro años ha tenido cuatro presidentes, pero lo grave es que se presenta en pleno proceso electoral, que alguien quiere dinamitar.

Y siendo que la Sala Superior del TEPJF puede anular la elección, los más interesados serían los que se perfilan como derrotados, que cuentan con el apoyo del Poder Judicial y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), con Norma Piña como ejemplo de opositora al proyecto de Andrés Manuel López Obrador.

Lo único que se les exige a los magistrados es que actúen con legalidad, objetividad e independencia, como lo ordena la Constitución, y no que sean representantes de partidos. Jamás la suma de parcialidades ha generado imparcialidad.

Este Tribunal no debe seguir siendo un mugrero, con representaciones facciosas como la que encarna Reyes Rodríguez quien, en medio del escándalo, ha invocado el apoyo de la SCJN y sus compañeros han denunciado la interferencia externa de “algunos despachos de abogados”.

Y hay que recordarlo: Reyes Rodríguez siempre ha sido ha representado los intereses de Gil Zuarth, de Calderón y del PRIAN, la expresión partidaria de las élites, del que ambos forman parte y que por ello ha concitado un pronunciamiento de defensa de su cargo de una de las organizaciones que controla el oligarca Claudio X. González, con base en el cual el magistrado rechazó renunciar al cargo.

Reyes Rodríguez defendió con entusiasmo el otorgamiento del registro como partido político a México Libre, el proyecto de Calderón, y fue uno de los prominentes impulsores de cancelar candidaturas a gobernadores y diputados federales en las elecciones de 2021, para beneficiar al PRIAN que debutaba formalmente.

A nadie debe extrañar que con tales antecedentes los magistrados Mónica Soto, Felipe Barrera Fuentes y de la Felipe de la Mata Pizaña acusen a Reyes Rodríguez de que “se ha sometido a intereses ajenos al Tribunal” y que “hay también una extraña intervención de algunos despachos de abogados”, en referencia a Accuracy Legal & Consulting, que encabeza precisamente Gil Zuarth.

Los socios de Gil Zuarth en este despacho, ubicado en Monte Pelvoux 220, en Las Lomas de Chapultepec, son los exsenadores calderonistas Salvador Vega Casillas y José Luis Lavalle Maury,  vinculados ambos a los sobornos de Enrique Para Nieto para aprobar la reforma energética, por cuyo caso estuvo preso el segundo.

Este despacho también defiende a Francisco Javier García Cabeza de Vaca, el exgobernador que sigue escondido en Estados Unidos y que también está vinculado con la trama de los sobornos, y que asignó multimillonarios contratos para los exsenadores del PAN que encabeza Gil Zuarth.

Pongo un ejemplo: A Vega Casillas le asignó un contrato del gobierno de Tamaulipas, sin licitación y por sólo cuatro meses, por 26 millones 500 mil pesos únicamente para supervisar las revisiones de los órganos fiscalizadores a las cuentas del gobierno estatal.

No sólo eso: Cabeza de Vaca refugió en Tamaulipas a esos y a otros allegados a Calderón como Javier Lozano Alarcón, exsecretario del Trabajo; al operador electoral Jorge Manzanera Quintana y a exvocero Maximiliano Cortázar, actual coordinador de Comunicación de la aspirante presidencial Xóchitl Gálvez.

Gil Zuarth, a través de este despacho, trabajó también para el fallecido morenista Miguel Barbosa Huerta y se ha vinculado a políticos de Morena, como lo ha hecho también su compadre Salvador Olimpo Nava Gomar, un magistrado impulsado por él y que, después de haber defendido a Calderón, ahora está en el entorno de Claudia Sheimbaum.

Gil Zuarth, Nava Gomar y Reyes Rodríguez son parte de un grupo que incluye también a Germán Martínez Cázares, un calderonista que se infiltró en Morena y en el gobierno de López Obrador como director del IMSS y senador, metido también en el TEPJF a través de Reyes Rodríguez.

Un ejemplo: Cuando Germán Martínez fue designado director de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle, en 2011, invitó a Reyes Rodríguez llevó a dar clases de “Sociología del derecho”.

Queda muy claro: Reyes Rodríguez es representante de los intereses políticos y económicos que gestiona Gil Zuarth, autor del mensaje más zalamero en la historia de México, que pronunció cuando dejó la secretaría particular de Calderón: “Dios ha tenido el cuidado, la generosidad, de prestarnos al mejor presidente de México”.

Gil Zuarth, el jefe de Reyes Rodríguez, se le rindió a Calderón: “Se lo he dicho en privado, señor Presidente, pero no me puedo ir sin decírselo, también, en público: Yo quiero algún día ser como usted, señor Presidente”.

SinEmbargo

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