Los muertos no ven Facebook

marzo 7, 2023
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Por @ARRIAGAXXXIMENA

Ha partido. Su esquela circula en redes sociales. Un moño negro se empieza a ver en los perfiles de Whats. Los comentarios de tristeza y melancolía aparecen. Duele. Es un dolor genuino. Sólo que los muertos no ven Facebook.

Fue así, sin avisar, sin sospechar nada… de un segundo a otro la vida se agotó. No esperó a despedirse, terminar el trabajo pendiente o visitar por última vez a quien tanto tiempo tenía sin ver, a aquellos que siempre decían “hay que reunirnos pronto”.

Familia, amigos, compañeros de trabajo desfilan en una habitación de dolientes, repitiendo las mismas palabras, sorprendidos aún por la noticia. Por fin, una oportunidad de reunirse. La vida no pudo hacerlo, pero sí la muerte, a pesar de que ahora hay uno menos.

No hay publicación, ni mucho menos fotografías de su partida. Lo que se muestra en redes es una foto con su sonrisa, disfrutando aún de vivir. Porque eso debiéramos hacer plena y jodidamente… ¡darnos cuenta de que tenemos ese puto placer todos los días!. No hay que llorar la muerte, sino honrar la vida.

Porque una vez será la última que lo hagamos y no tendremos aviso de cuál será ese día. Entonces esta hora vívela completamente consciente de hacerlo. Súbele a la música, sonríe más, exprésate, agradece lo que tienes, cómo eres, quién eres… No te estreses por lo que hacen los demás en forma diferente a como lo harías tú, pues es un hecho que todos somos y pensamos distinto. Ellos lo hacen a su manera, tú también tienes libertad de hacerlo como quieras; eso sí, sin chingar a los demás… 

Libérate de eso también, no quieras educar a todo mundo, enojándote por quien se mete a la fila, tus compañeros de trabajo que llegan tarde, por quién tiene un nuevo sugardaddy… ¡que te valga madre (o verga, si eres ya un profesional) lo que hace la gente!

A veces la carga más fuerte es juzgar, porque esa energía negativa se queda en nuestros días, en nuestro cuerpo. Y los otros ni por enterados.

Medimos, y sabemos que somos medidos constantemente y ni tú ni yo tenemos la verdad única, la perfección total o la razón plena. Así que no te preocupes de las cosas que no dependen de ti o de las que no tienes control. 

Siempre estamos evaluando lo que recibimos, pero debemos valorar también lo que damos. Pensamos que nuestro principal problema es no tener mucho dinero o no sentirse suficientemente bien con nuestra cara o cuerpo. Que no salimos bien en las fotos. ¡Pero seguimos respirando!…Valoremos más, critiquemos menos. 

Aprendamos a sentirnos bien entre gente a la que le va bien. El éxito también es 

contagioso. Que fluya esa energía en nuestros días (¡también en nuestros bolsillos, please!).

Acepta tu cuerpo nada más porque es tuyo. Cuídalo por las posibilidades que te da de caminar, de pensar, de tener experiencias únicas, de albergar tu esencia, tu espíritu, de sentir placer…Y sintamos mucho (….gadamadre)…¡¡¡Que a eso venimos!!!

Si quieres publicar en redes, hazlo, consciente de que la felicidad no es proporcional a la cantidad de likes. A quien tienes qué convencer de tu propia felicidad es a ti. Porfa, no valores tu vida hasta que la estés perdiendo….

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