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Familias del Fraccionamiento Villarreal se manifestaron al exterior del pozo de El Pinabete al afirmar que sus casas están sufriendo daños estructurales debido a los explosivos para la construcción del tajo para rescatar los cuerpos de los 10 mineros que quedaron atrapados a unos 60 metros de profundidad el pasado 3 de agosto.
Las viviendas de al menos 40 familias se encuentran a casi cien metros del tajo y se cimbran debido a las detonaciones, por lo cual los propietarios acusan que el plazo para el rescate está tardando más, acusan.
Los manifestantes solicitan información sobre cuánto tiempo estarán utilizando explosivos y exigieron a los directivos de la obra que por escrito se hagan responsables de los daños que puedan seguir sufriendo las viviendas.
Por la noche, las explosiones son continuas, dicen los manifestantes, mientras que sus casas, ubicadas en la Villa de Agujita, donde el subsuelo está completamente minado, por lo que temen que las viviendas registren más daños estructurales.
Los responsables de la obra niegan que estén utilizando explosivos para la construcción del tajo, sin embargo, las familias afectadas dicen lo contrario.
El Barrio de Agujita se encuentra a poco más de 700 metros de los trabajos del tajo en El Pinabete, y los afectados aseguran que no saben qué pasará con sus viviendas porque tienen daños en paredes y el suelo.
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