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La falta de supervisión en los anexos de Coahuila está teniendo graves consecuencias en los derechos humanos de los internos, según reconoció el Fiscal General del Estado, Gerardo Márquez Guevara.
El reciente fallecimiento de un joven en el anexo «El Rostro de Jesús» de Ramos Arizpe y las denuncias de violencia, amenazas y tortura de más de una treintena de internos han llevado a Márquez Guevara a llamar a la colaboración de todas las autoridades responsables para establecer una supervisión efectiva en estos centros.
El fiscal señaló que la investigación continúa con los empleados del anexo y los internos. Además, adelantó que se está trabajando en un proyecto conjunto con el Ayuntamiento de Saltillo y las autoridades judiciales para regular con mayor rigor estos establecimientos y poder remitir a aquellos que requieran de internamiento además de sancionarlos con prisión preventiva.
Por su parte, el alcalde de Ramos Arizpe, José María Morales Padilla, señaló que tras la revisión de los permisos de operatividad y de uso de suelo y de Protección Civil se constató que el anexo operaba sin permisos ni municipales ni estatales de salud, por lo que se ha procedido a su clausura y la detención de los involucrados.
Morales Padilla expresó su solidaridad con las familias de los internos y enfatizó la necesidad de que estos centros se apeguen a las regulaciones y restricciones necesarias para su correcto funcionamiento.
Es importante destacar que en Ramos Arizpe solo existen dos centros de rehabilitación con permisos vigentes, la Casa de Rescate «Cristo Vive» y el Centro de Rehabilitación contra las Adicciones «Esperanza y Nueva Vida».
La situación en los anexos de Coahuila evidencia la necesidad de establecer medidas efectivas de supervisión y regulación para garantizar la protección de los derechos humanos de los internos.
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