Crónica | 8M: Mujeres unidas como manada

marzo 8, 2023
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Foto: Ana Castañuela/El Coahuilense.

Por Mariana Santos

Saltillo, Coahuila.- El día de hoy se pintaron las calles de morado, las paredes se ilustraron con frases sororas, como “No estás sola”, situaciones que solo suceden el 8 de marzo.

A las 4 de la tarde, en la Avenida Universidad esquina con bulevar Venustiano Carranza, mujeres comenzaron a llegar a la marcha del 8M en Saltillo, Coahuila. Carteles inundaron las calles fuera del Tecnológico de Saltillo, “Escucha Hermana, ésta es tu manada”, fue la señal para saber que la lucha comenzaría y nuestras voces serían escuchadas.

Inició la marcha y las mujeres nos unimos como manada, como las hermanas que somos y sacando la sed de justicia que teníamos guardada dentro de nuestros corazones morados.

Caminando y brincando nos acercamos al puente subterráneo de Allende y Cos, la oscuridad no se sintió porque estábamos más que iluminadas que nunca, los ecos de nuestras voces eran bulliciosas. La iconoclasia ya se observaba en las paredes, ilustrándose con la frase “Saltillo Feminicidia” con colores rosas, verdes y morados.

Al salir del subterráneo todas gritamos “El que no brinque es macho” y las puntas de mis pies se comenzaron a separar del suelo, un gran esfuerzo hicimos todas para seguir saltando.

Shhh… se comenzó a escuchar en la calle de Allende y al observar los puños de todas me percaté de que estaban apuntando hacia al cielo y sin dudarlo levanté el mío, porque en ese momento éramos la voz de las que ya no están.

Llegamos a la Plaza Nueva Tlaxcala y todas paramos. Mirando hacia todos lados se encontraba un panorama lleno de carteles, el centro, las calles iluminadas de morado, la protección de las del bloque negro. No me podía sentir más segura, porque estaba en casa.

Una tarima llegó y madres, hermanas y amigas, gritaron la voz de sus desaparecidas. “JUSTICIA”, gritábamos todas con furia y nostalgia. Al finalizar los testimonios, la fuente de la Plaza Tlaxcala se pintó de morado, las paredes estaban llenas de carteles.

Este día nadie estaba sola, todas estábamos juntas como las hermanas que somos. El miedo no existía en ese momento porque sabía que, si me pasaba algo, todas respondían por mí.

“Soy mujer. Y un entrañable calor me abriga, cuando el mundo me golpea. Ese calor de las otras mujeres, de aquellas que hicieron de la vida este rincón sensible, luchador, de piel suave y corazón guerrero”. Alejandra Pizarnik.

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