Por Alberto Aguirre
Quedan dos meses para que el Tribunal Electoral desahogue y sancione las irregularidades de la elección extraordinaria que resolvió la integración del nuevo Poder Judicial. Ajenos a esta contienda, los partidos políticos han enfocado sus baterías en el trabajo legislativo.
En un par de días, Morena concretará el “Plan C”… pero en Palacio Nacional quieren retomar el “Plan A”, con la mira puesta en el 2030. La oposición también tiene la vista puesta en el mediano plazo, pero cruzar la aduana del 2027 —se renuevan la Cámara de Diputados y 17 gubernaturas— traza un reto mayúsculo.
Adiós al PRIAN, principalmente por la consunción del partido tricolor. ¿Y bienvenida una coalición que involucre al blanquiazul con el partido naranja? Concentrados en el mismo mercado electoral, con bravías rivalidades en una docena de entidades federativas, ambas formaciones partidistas han incubado una masa crítica de jóvenes políticos que antepondrían dogmatismos anacrónicos ante un reclamo básico, esencial: el relevo generaciones de una nomenklatura que ha servido cuatro décadas y se niega a dejar el poder.
La aduana del 2027 plantea un escenario donde el PAN y Movimiento Ciudadano entrarían en una ruta de colisión en Nuevo León. Dentro de dos años, Samuel Alejandro García Sepúlveda deberá entregar el poder y ahora mismo el priista Adrián de la Garza, actual alcalde de Monterrey, está perfilado para competir otra vez por la gubernatura. Las encuestas lo colocan en una posición privilegiada.
Morena también iría por la revancha con Clara Luz Flores, pero la ahora subsecretaria de Gobernación tendría una difícil competencia interna, pues la exsecretaria de Economía, Tatiana Clouthier, y la senadora Blanca Judith Díaz Delgado buscarían la nominación.
Ya se verá si la paridad define si Morena y Movimiento Ciudadano optan por mujeres para disputar la gubernatura con el priista De la Garza, puntero indiscutible. El PAN, cuarto lugar en la elección del 2021, deberá valorar si respalda al alcalde de Monterrey o vuelve a competir sin aliados… y sin posibilidad de triunfo.
A dos años de la renovación del poder en Nuevo León, el gobernador García Sepúlveda ha marcado la ruta de la sucesión. Un primer paso —y definitivo— resulta la decisión de que su esposa, Mariana, no vuelva a postularse por la alcaldía de la capital. El mandatario emecista públicamente se ha pronunciado por Martha Patricia Herrera González, secretaria de Inclusión e Igualdad en la administración estatal y de larga trayectoria en el medio empresarial.
“Me comprometo a recuperar Monterrey. Tienen mi palabra empeñada”, declaró recientemente, lanzada al ruedo por su jefe. Arranca bien, aunque a destiempo, pues el PRI ya logró posicionar a la actual presidenta del Congreso local, Lorena de la Garza, como una probable sucesora del actual alcalde. La exsenadora Ivonne Álvarez y la exdiputada Karina Marlen Barrón también figuran en las mediciones.
Ni Morena ni el PAN tienen actualmente prospectos con posibilidades de ganar en la capital regiomontana. La dirigencia nacional del blanquiazul ahora mismo estudia todos los escenarios y se inclinaría —desde ahora— descartar una alianza con el PRI.
Esa decisión pasa por otras mediaciones. Y una valoración de largo plazo. La aduana del 2027 tendrá otros escenarios —Campeche, Zacatecas, Oaxaca— donde el PAN y MC podrían coadyuvar, más que obstruirse, para el pluralismo nacional.
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