Signos Vitales | El ritmo de Johnson

julio 14, 2025
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EL COAHUILENSE

Por Alberto Aguirre

Tras de sus discursos, el embajador Ronald Johnson, y el director ejecutivo de American Society, Larry Rubin, permanecieron en el templete donde dos horas antes, la orquesta y el coro infantil Esperanza Azteca pusieron la nota alegre, con su popurrí de las composiciones de Dámaso Pérez-Prado. Un guiño para Alina Arias, la esposa del representante de la administración Trump en México, de orígenes cubanos, como el jefe de su marido, Marco Rubio.

La Gala Dinner en honor del embajador de Estados Unidos en México y su esposa fluyó sin grandes retrasos, aunque sufrió ajustes de última hora, sin previo aviso. Entre los más notables: la ausencia del embajador de México en Washington, D.C., Esteban Moctezuma Barragán —incluido en la lista de oradores, según el programa general— y la asistencia de la embajadora Alicia Bárcena, actual titular de Semarnat, como representante de la presidenta Sheinbaum.

El empresario Ricardo Salinas Pliego —TV Azteca y ADN 40 fueron patrocinadores gold de la velada— no tomó el micrófono, para decepción de muchos de los convidados. Tampoco estuvo la Big Bang, pero antes de que las luces multicolores iluminaran la pista y sonara In the mood en el sonido ambiente, Johnson recibió una versión americanizada de un árbol de la vida —la artesanía distintiva de los mazahuas—y bromeó sobre sus escasas dotes como bailarín, para dejarse llevar por su esposa.

En la víspera había circulado la carta que el mandatario estadounidense envió a la presidenta Sheinbaum para notificarle del ultimátum sobre el arancel de 30% a los productos mexicanos, y Johnson refrendó la retórica que ha utilizado desde que entregó sus cartas credenciales: México y Estados Unidos están unidos, no solo como vecinos, sino como familia… pero la lucha contra los cárteles y los grupos narcoterroristas no habrá más lenitivos ni dilaciones.

Johnson y su esposa cierran así el primer mes de su estancia en México. “Aquí pensamos pasar algunos años”, confía tras de cerrar su discurso en inglés (la parte inicial fue en español con marcado acento sureño). “America First no significa America alone”, sintetiza.

Además de Bárcena, es difícil identificar a personajes morenistas, aunque los organizadores tenían confirmada la asistencia de otros integrantes del gabinete federal, gobernadores y legisladores. Del bloque oficialista, solo los senadores Juanita Guerra (Morelos), Luis Armando Melgar (Chiapas) y Luis Alfonso Silva (Oaxaca), aunque los tres formalmente representan al PVEM.

Más que los políticos, en la cena de gala convocada por la American Society dominaron los empresarios. Y el presidente del CCE, Francisco Cervantes, estuvo entre las figuras destacadas, además de José Medina-Mora Icaza, Roberto Campa Cifrián y Jesús Rodríguez Cárdenas.

En el corralito para los medios que tuvieron acceso a la terraza del hotel Camino Real de Polanco, los panistas Jorge Romero y Ricardo Anaya fueron muy accesibles. Dentro del salón, otros personajes, como el expresidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, y el promotor del movimiento México Republicano, Juan Iván Peña Nader, estuvieron entre los más conversadores con los empresarios. María Ariza, presidenta de la Bolsa Independiente de Valores, y Rocío Robles, presidenta nacional de los gaseros, se distinguieron entre los principales replicadores de la gala en las redes sociales del mensaje del anfitrión, Larry Rubin.

Su voz articuló las quejas y las exigencias que muchos de los empresarios mexicanos no pueden formular públicamente a la administración Sheinbaum. La amenaza de más aranceles a partir del 1 de agosto, acusó, “es una consecuencia directa de la falta de acciones efectivas en temas que impactan no solo al libre comercio, sino también la salud y la seguridad nacional de México y Estados Unidos. La lucha contra el fentanilo y el crimen organizado, y el respeto a los compromisos firmados en el T-MEC ya no pueden esperar”.

Las omisiones a nivel gubernamental han puesto en riesgo el acceso preferencial de México al mercado más importante del mundo, definió Rubin. “Es momento de actuar, no de justificar ni postergar, si México quiere preservar, debe cumplir —no parcialmente, no simbólicamente— debe cumplir plenamente lo que acordó”.

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