El uso de menores de edad para facilitar el cruce de migrantes por el río Bravo desde Piedras Negras, Coahuila, forma parte de una práctica cada vez más frecuente por parte de bandas dedicadas al tráfico de personas que aprovechan vacíos legales en la frontera con Estados Unidos.
Ángel Ávila, coordinador de la Casa YMCA para menores migrantes, explicó que varios adolescentes repatriados han confesado haber sido «invitados» por adultos a colaborar en actividades ilícitas, como guiar a personas migrantes por pasos clandestinos, debido a que conocen muy bien la zona.
Otros menores dijeron que simplemente cruzaron el río por curiosidad o diversión, pues comentan que al estar en el río Bravo, se les hizo fácil cruzarlo para pasear unas horas y después regresar, de acuerdo con Ávila.
De acuerdo con los datos del albergue, el número de adolescentes repatriados originarios de Piedras Negras ha aumentado en las últimas semanas.
Solo en abril, la Casa YMCA recibió a 15 menores, mientras que en lo que va de mayo ya suman 10 casos.
Con información de Zócalo
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