Entre 2007 y 2022, en México se han practicado cerca de 252 mil abortos en condiciones seguras. De acuerdo con la médico cirujano María Eréndira Itami Sordo, ni una sola mujer perdió la vida en estos procedimientos. A pesar de ello, sigue habiendo muchos mitos alrededor de la interrupción del embarazo que obstaculizan su regulación y ponen en riesgo la vida de miles de mujeres en México.
Itami Sordo forma parte de la campaña Salvemos Miles de Vidas junto con la ginecobstetra Paola Santillán Loza. En entrevista con Cimacnoticias, ambas hablaron sobre los mitos más recurrentes alrededor del aborto. También expusieron que, además de dicho imaginario errado, otro factor que impide la regulación de la interrupción del embarazo es la objeción del personal médico.
Desde el punto de vista de estas profesionales, ambas cuestiones se transformarían con la difusión de información sobre el aborto. Y este es, precisamente, el objetivo de la campaña en la que participan.
Quienes abortan no son mujeres irresponsables
Para la doctora Paola Santillán, uno de los principales mitos alrededor del aborto es que quienes se someten a este procedimiento son mujeres “irresponsables”, adolescentes que, tras salir de fiesta, presentan embarazos no planeados. Además, la sociedad suele pensar que estas mujeres van a recurrir al aborto como método anticonceptivo.
Sin embargo, la realidad es que —de acuerdo con la especialista— un gran porcentaje de las mujeres que abortan suelen ser amas de casa con parejas estables. En muchas ocasiones, deciden interrumpir su embarazo porque su método anticonceptivo falló, porque tienen enfermedades graves que les impiden seguir con el proceso de gestación o por dificultades económicas para hacerlo.
Quitemos el tabú de que las pacientes son irresponsables, porque realmente muchas de ellas son responsables y terminan llevando un control subsecuente con algún método de planificación adecuado”.
Paola Santillán Loza
Otros de los mitos alrededor de la interrupción del embarazo tienen que ver con las consecuencias de este procedimiento. Hay quienes dicen, por ejemplo, que las mujeres que abortan desarrollan depresión o se vuelven infértiles. No obstante, la ginecobstetra Santillán Loza afirma que ambas afirmaciones son completamente falsas. Pero no todas las mujeres lo saben.
Desde la perspectiva de María Eréndira Itami Sordo —quien también es catedrática de la UNAM—, aquí hay un problema de desinformación que toca de manera especial a las mujeres con bajos recursos. A lo largo de su experiencia en los ámbitos público y privado de la salud, ella ha podido observar que estas mujeres no cuentan con información para contrarrestar estos mitos alrededor del aborto.
Las consecuencias de estos factores (la desinformación entre las mujeres y el personal médico, así como la falta de recursos económicos y materiales) se traducen en condiciones inseguras y clandestinas para practicarse un aborto. Esto puede provocar que miles de mujeres presenten hemorragias uterinas, infecciones, infertilidad e, incluso, pierdan la vida por someterse a abortos mal practicados.
De acuerdo con la doctora Itami Sordo, esto ha provocado que la muerte por aborto inseguro ocupe el tercer lugar en las causas de muerte materna en México. Ante esta circunstancia, es necesario que las autoridades trabajen en mejores programas de difusión. También, que destinen una cantidad suficiente de recursos para salvar la vida de miles de mujeres que solo buscan ejercer sus derechos reproductivos de manera plena y segura, sin que esto les cueste la vida y las ponga en el ojo de la estigmatización.
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