Los ambiciosos vulgares

marzo 11, 2025
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FOTOGRAFÍA: ESPECIAL

Por Álvaro Delgado Gómez

Es una tontería que sea tan temprano, pero es también un fenómeno ya en curso: La disputa por la candidatura presidencial de Morena en 2030, en la que está involucrado el elenco que posaba para la foto al paso de la Presidenta Claudia Sheinbaum en el Zócalo, es una alerta roja sobre las ambiciones vulgares que, deliberadamente o no, pueden sabotear el proyecto de transformación que inició Andrés Manuel López Obrador.

Cuando debería estar ya consolidado un poderoso bloque político desde el Poder Legislativo, sin ninguna fisura, para apoyar el eficaz desempeño de los gobiernos federal, estatales y municipales, en los temas sustantivos de economía y seguridad, lo que acecha es la politiquería que socava y pudre los cambios por más buenos que sean.

Sí: El episodio de este domingo en el Zócalo pronto quedará en el olvido, porque lo sustantivo fue la convocatoria de respaldo popular a la Presidenta de México ante las agresiones de Donald Trump, pero es un aviso más de las agendas personales y facciosas que están tratando de imponerse al interés general, con la meta de definir la sucesión en 2030, por encima de Sheinbaum y que la oposición anhela con la fantasía que así podría ganar.

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Los de la foto quieren ser presidentes y está bien. Hay que acabar con la lacra priista del tapadismo y de otras aberrantes prácticas que luego asumió el PAN y ya se reproducen en Morena. La pregunta que deben responderse todos, en principio, es para qué quieren el poder presidencial: ¿Para robar y enriquecerse? ¿O para hacer más grande a la nación? Porque para tener presidentes ladrones, ineptos y entreguistas los mexicanos ya están hasta el copete.

Luisa María Alcalde, presidenta de Morena, tiene 37 años de edad y tendrá 42 en el 2030, pero aún debe acreditar eficacia como dirigente política después de haber sido secretaria del Trabajo y Gobernación. Otro muy joven es Andrés López Beltrán, secretario de Organización de ese partido, un año menor que ella, y colocarlo como presidenciable es un despropósito. Ser hijo de López Obrador ayuda, pero sobre todo compromete y el liderazgo se construye, no se transfiere.

Alcalde y López Beltrán —jamás le llamaré “Andy”— pertenecen a una generación que no militó en el PRI ni en el PAN, que tiene el deber de acreditar que la Cuarta Transformación no es una denominación propagandística, sino un conjunto de políticas y conductas democráticas y honestas orientadas a construir un México de justicia para todos.

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La elección interna del 2023 colocó en su sitio, en ese momento, a Marcelo Ebrard, Gerardo Fernández Noroña, Adán Augusto López, Ricardo Monreal y Manuel Velasco, quienes en ese orden quedaron detrás de Sheinbaum y son los más urgidos, hasta por razones de edad, de alcanzar la nominación en 2030. Y se les nota.

Lo que todos deberían tener claro es que con intrigas y maniobras contra Sheimbaum no les va a alcanzar, por más que Monreal siga pastoreando gobernadores, Adán siga pretendiendo colocar a magistrados y Ebrard cortejando a las élites, incluida la mediática. Velasco, aunque es de quinta, acumula poder con el Partido Verde, una gusanera que ha servido hasta para la telebancada del magnate Ricardo Salinas Pliego que incluía a su hija.

Se equivocan todos los aspirantes a la candidatura presidencial si ignoran que la población observa y evalúa su comportamiento cotidiano, sus alianzas y coqueteos con criminales, incluyendo los de cuello blanco.

Favorece a Morena la oposición corrupta, inepta y entreguista, con figuras como el priista Alejandro Moreno Cárdenas y el panista Jorge Romero Herrera, desde ahora definidos como candidatos presidenciales en 2030, pero las ambiciones vulgares en Morena son, desde ahora, deliberadamente o no, un sabotaje a la Cuarta Transformación.

MÁS DEL AUTOR:

Álvaro Delgado

Álvaro Delgado Gómez es periodista. Empezó en 1986 como reportero y ha pasado por las redacciones de El Financiero, El Nacional y El Universal. En 1994 ingresó como reportero al semanario Proceso, en el que fue jefe de Información Política y especializado en la cobertura de asuntos políticos.

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