Don Emiliano Zapata Salazar y su lucha por la tierra

abril 10, 2024
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Por Víctor Hugo Valencia Valera

A 105 años del asesinato de Don Emiliano aún hoy en el siglo XXI se sigue hablando y recordando a ese gran líder agrario, que en su tiempo, muchos dijeron que no “fue Zapata quien murió en Chinameca” y muchas fueron las versiones populares que no lo dejaron morir, pues ese 10 de abril de 1919, murió el hombre pero nació el héroe, el luchador por la tierra que muy bien el canto popular, después de su muerte registra esa muerte de un defensor por la tierra y los ideales de una mejor vida para su gente y que en los corridistas de esta región sureña se registra en un canto épico, como  el siguiente:

Han publicado, los cantadores,

Una mentira fenomenal,

y todos dicen que ya Zapata

descansa en paz en la eternidad.

Pero si ustedes me dan permiso

y depositan confianza en mí,

voy a cantarles lo más preciso 

para informarles tal como vi.

Como Zapata es tan veterano,

sagaz y listo para pensar,

ya había pensado de antemano

mandar a otro hombre en su lugar

Emiliano Zapata sí se integró y participó en un movimiento antirreeleccionista que encabezó Francisco I. Madero, pero desde que fue nombrado en su pueblo de Anenecuilco como responsable para buscar la restitución de tierras, (Calpuleque), él ya tenía claro que su lucha era por la restitución de tierras y en esta demanda centró todo su esfuerzo y fue la razón de diferencias y distancias con otros líderes de la Revolución Mexicana como Madero, Carranza, Obregón, entre otros.

Es así que el General Zapata no solo fue un gran líder de masas, sino que logró plasmar en el “Plan de Ayala” firmado en la población de Ayoxuxtla, municipio de Huehuetlán El Chico en el estado de Puebla, muy cerca de Chiautla de Tapia, también en Puebla y este documento que trascendió como la “Bandera del Zapatismo y del Ejército Libertador del Sur”.

La elaboración, presentación y firma del Plan de Ayala el día 28 de noviembre de 1911 “se dio en un modesto jacal” de esa población de Ayoxuxtla, Puebla, que en un principio le sirvió a Zapata como albergue en esa región muy cercana a los campos y poblaciones morelenses y que el conocía muy bien porque las había recorrido desde muy joven.

Y fue aquí en donde con sus compañeros de armas y especialmente con el Prof. Otilio Montaño, en donde se da a conocer “El Plan de Ayala” y desde una mesa lanzó, la frase que quedó registrada como marco de esa reunión de luchadores agrarios:  “ESOS QUE NO TENGAN MIEDO, QUE PASEN A FIRMAR”.

La vida del Gral. Emiliano Zapata Salazar y su lucha y participación en la Revolución Mexicana, está sustentada en múltiples acciones directamente ligadas a la tierra, pero es en el “Plan de Ayala” donde se sustenta el cúmulo de sus ideales y el sentido de la revolución que él encabezó en esta región sureña del país y que con la proclama de este plan, se generó el verdadero movimiento zapatista en los estados de Morelos, Guerrero, Puebla, Estado de México, Tlaxcala y aún en el Distrito Federal.

Para entender el sustento y los ideales de Emiliano Zapata Salazar y que representó el “Plan de Ayala” a partir de 1911 hasta su muerte en 1919, damos aquí un resumen de este documento (Plan de Ayala) y que retomo de un texto del escritor poblano C.  Jesús Rojas Muñoz: 

    • Continuar con la revolución hasta conseguir el derrocamiento de los poderes dictatoriales que existen.

    • Se desconoce como jefe de la revolución a Don Francisco I. Madero por complacer a los científicos, hacendados y caciques.

    • Se reconoce como jefe de la revolución al C. general Emiliano Zapata.

    • Hace suyo el plan de San Luis en beneficio de los pueblos oprimidos, y se hará defensor de los principios hasta vencer o morir.

    • La junta revolucionaria del Estado de Morelos, no admitirá transacciones, hasta no conseguir el derrocamiento de los elementos dictatoriales de Porfirio Díaz.

    • Todos los terrenos, montes de agua que hayan usurpado los caciques y científicos a la sombra del poder: regresarán mediante Tribunales a sus respectivos dueños.

    • En virtud de que la inmensa mayoría de los pueblos y ciudades mexicanas, no son más dueños que del terreno que pisan, sufriendo horrores de la miseria. Todos los grandes monopolios se expropian para bienestar de los mexicanos.

    • Todos los jefes revolucionarios que apoyen a don Francisco I. Madero, serán considerados traidores a la Patria.

    • Si el presidente Madero y demás elementos dictatoriales del antiguo régimen desean evitar las desgracias que afligen a la Patria, que hagan inmediata renuncia de los puestos que ocupan.

    • No somos personalistas, somos partidarios de los principios y no de los hombres.

Pueblo Mexicano:  apoyad con las armas en la mano este Plan y haréis la prosperidad y bienestar de la Patria.

Es por esto que podemos señalar que Zapata fincó sus ideales en este documento el “Plan de Ayala” y que fue la gran diferencia en esta Revolución Mexicana del inicio del siglo XX siendo Don Emiliano Zapata Salazar uno de los personajes más significativos de esta revolución en donde “su verdadera causa no fue Anenecuilco, ni el estado de Morelos”, si no que dimensionó más allá de estas regiones del México agrario, de su época que “venían de una larga historia de agravios desde la época colonial”.

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