La fecha es histórica porque el país renueva su gobierno y tiene a partir de hoy una mujer, por primera vez, en la Presidencia de la República.
Resulta difícil anticipar qué tipo de Presidencia procurará, hasta donde será una mandataria con un estilo personal, o bien, si se trata de un relevo subordinado a un jefe máximo como en el callismo.
Las señales durante el período de transición no fueron positivas en cuanto a esto último, con un presidente saliente que bajo el alegato de continuidad, sometía hasta en el lenguaje corporal a su relevo.
Es una sucesión presidencial nueva y quizás con pocos referentes en el pasado político mexicano que, para el caso de Coahuila por su situación opositora, es aun más una incógnita.
Nueva Presidencia y Coahuila
Hasta ahora, el gobernador Manolo Jiménez Salinas ha procurado una cercanía, que quizás pretende asegurar que paren ya los recortes presupuestales y que se reduzca la presión sobre el estado, y en una de esas, hasta conseguir algún proyecto de infraestructura hidráulica.
Fuera de eso, las expectativas de un mejoramiento en la relación que se traduzca en relajamiento del avance partidista están a la baja, en especial con las proyecciones de eficientar la aplicación de los programas de Bienestar y un muy posible vínculo a la acción electoral.
La delegación será asumida –como ha venido anunciando esta columna—por Américo Villarreal, el novio de Cecilia Guadiana e hijo homónimo del gobernador de Tamaulipas.
Hoy, la pareja asiste al relevo presidencial pues ambos recibieron su respectiva invitación a la toma de posesión de la presidenta Claudia Sheinbaum; se espera que en una ceremonia informal, el miércoles 2 de octubre, se le otorgue el nombramiento.
Américo ya está listo para instalarse en Saltillo el próximo fin de semana.
Fuego contra Javier
En más de la 4T coahuilense, un personaje conocido como Fufito, ha convertido en objeto de acoso al lagunero Javier Guerrero García.
El tal Fufito es hijo de un comediante ya fallecido y, en su larga trayectoria como “activista” y al mismo tiempo “empresario” de table dance y giros negros, se ha visto involucrado en numerosos escándalos, ha ido a parar a la cárcel y, sin embargo, con lo rara que es la política regiomontana, se ha mantenido a flote durante años.
Desde hace algunas semanas, Pedro Alejo Rodríguez, “Fufito”, ha generado contenido en sus redes sociales y movilizado unas cuantas personas para acusar al sampetrino, actualmente, uno de los funcionarios con mayor jerarquía y segura repetición en el IMSS.
El caso parece de extorsión o venganza, según se dice en el círculo rojo, por la negativa de Javier Guerrero a asignarle contratos a los que aspiraba para incursionar en el negocio de las medicinas.
Las unidades de la UAdeC
Desde hace décadas, la Universidad Autónoma de Coahuila abrió escuelas e institutos en diferentes municipios de las regiones sureste y laguna. Como se recordará, lo que fue una extensión del Ateneo Fuente en Ramos Arizpe se convirtió en el bachillerato, “Miguel Ángel Rodríguez Calderón”.
En Arteaga, florece la Ciudad Universitaria mientras que en Parras está la Escuela “Juan Agustín de Espinoza”. Así sucede en Matamoros y San Pedro, donde también hay escuelas y en ese último municipio una Escuela de Administración.
Y, sin embargo, las unidades regionales se llamaban Saltillo y Torreón. Quizás sea un detalle mínimo pero ayer, el Consejo Universitario aprobó ayer cambiar el nombre de las unidades a Sureste y Laguna, como parte del Plan de Desarrollo Institucional que ha promovido el rector Octavio Pimentel.
La sesión se llevó a cabo en Monclova, sede de la Unidad Norte, y entre sus aspectos más destacados se plantea elevar la cobertura en un 5% anual, es decir, abrir más espacios para los alumnos; además, retomar el inexplicable abandono de la certificación de planes de estudio y carreras, así como el relajamiento en la aplicación del Examen General de Egreso.
Claro que la aspiración es buena y el PDI ideal, sólo habrá qué ver si le alcanza con los exiguos recursos de la universidad para hacerlo.
Las dos mentiras de Jonathan Ávalos
Jonathan Ávalos se va. Con fecha efectiva al 3 de octubre, deja Francisco I Madero a cuyo ayuntamiento solicitó licencia como el presidente municipal que enfrentó numerosos problemas, el más grave, un desastre en la policía municipal mas los que se le acumulen derivados de auditorías.
En una transmisión en vivo se curó en salud y dijo entender la crítica y respetarla pero aseguró que hizo un buen gobierno, entre otras cosas que suelen decirse en situaciones así.
El asunto es que pidió licencia porque, sostuvo, se va al equipo de transición de la doctora Claudia Sheinbaum, algo curioso porque ese equipo se acabó precisamente anoche; lo otro es que dice que Jane Carlo Lozano, el futuro alcalde de Gustavo A Madero, lo invitó.
Una primera mentira es que va al equipo de transición presidencial pues ese se acabó anoche y quienes lo integraban hoy asumen cargos en el gobierno; la otra es que vaya al gobierno federal pues en realidad va con Jane Carlo Lozano, el alcalde de Gustavo A Madero, es decir, trabajará en el equivalente a una presidencia municipal.
Ávalos y Lozano se hicieron cercanos durante el período en el el segundo fue delegado de Morena en la entidad.
El avance de Félix
Una de las razones por las que se dice en el círculo rojo que Jonathan Ávalos acelera su partida de Madero, es por las complicaciones que se avecinan por las revisiones de la Auditoría Superior del Estado. Y que lo anterior se suma a una pérdida de presencia territorial.
Por ejemplo el domingo, en el ejido Lequeitio, que es uno de los más importantes del municipio y clave por la relación que el comisariado tiene con el manejo del agua, hubo elecciones y ahí ganó la presidencia del dicho comisariado ejidal Beto Chavarría, uno de los hombres de confianza de Félix Ramírez Hernández, el alcalde electo quien es originario de esa localidad.
Como se sabe, Félix Ramírez no sólo ganó la elección a la alcaldía, sino que derrotó a los grupos políticos tradicionales de la ex hacienda de Chávez, como “los Marrufos”, a David Flores Lavenant y Martín Guardado, que se involucraron en la elección del comisariado de Lequeitio.
Con esa legitimidad en territorio parece increíble que a estas alturas todavía le quieran imponer colaboradores pero al parecer Ramírez no es nada dejado y, para muestra un primer botón: está en vías de hacer público que aceptará el Mando Único policial en acuerdo con el secretario de Seguridad, Federico Fernández Montañez.
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