Meses tensos entre EU y México por carecer de acuerdo que sustituya el Entendimiento Bicentenario

junio 16, 2025
minutos de lectura
FOTOGRAFÍA: EL SOL DE MÉXICO

CDMX.- Muerta la Iniciativa Mérida y extinto el Entendimiento Bicentenario, México ha transitado los cinco meses más tensos de la relación con Estados Unidos sin contar con un esquema de colaboración que defina las prioridades y los compromisos con el vecino del norte.

Con la culminación del gobierno del presidente Joe Biden, en enero pasado, y el distanciamiento que hubo al final del sexenio entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el embajador Ken Salazar, la relación quedó sin brújula y a expensas de un personaje temperamental e inestable como el presidente Donald Trump.

🗞 | Suscríbete aquí al newsletter de El Coahuilense Noticias y recibe las claves informativas del estado. 

La presidenta Claudia Sheinbaum no sólo ha aprendido a lidiar con la personalidad mercurial de Trump, sino que ha demostrado que se puede cooperar, incluso sin contar con un convenio con Washington, afirma Gerardo Rodríguez Sánchez Lara, investigador del Departamento de Relaciones Internacionales y Ciencia Política de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP).

“Son más de 20 mil detenidos en materia de tráfico de droga, más de 990 laboratorios clandestinos destruidos, 1.47 toneladas de fentanilo decomisadas… lo interesante es que, a pesar de no contar con un acuerdo bilateral, de parte de México se está trabajando y no se está simulando la cooperación, como sí pudo haber ocurrido durante el gobierno del presidente López Obrador”, expone el académico.

💬 | Únete a nuestro canal de WhatsApp para que recibas las noticias y trabajos destacados de El Coahuilense Noticias.

Javier Oliva Posada, especialista en temas de seguridad y relaciones internacionales, es menos optimista. “La relación México con Estados Unidos está pasando por uno de sus peores momentos y no veo que exista la disposición o el interés por parte de Washington para firmar un acuerdo de colaboración. Trump está totalmente cerrado a un entendimiento”.

Investigador del Centro de Estudios Políticos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Oliva Posada estima que darle un marco legal, presupuestal y diplomático a la relación con México no es actualmente una prioridad para el gobierno estadounidense, por lo que no se vislumbra un nuevo pacto, al menos hasta que concluya la revisión del Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), previsto para 2026.

Estira y afloja

Antes de 2008, México no solía recibir grandes cantidades de asistencia estadounidense en materia de seguridad, por una regla no escrita de defender la soberanía nacional. Pero en 2007, cuando se intensifica la lucha contra los cárteles de la droga, el entonces presidente Felipe Calderón cambia el paradigma y solicita mayor cooperación estadounidense.

En respuesta, se puso en marcha la Iniciativa Mérida, un paquete de asistencia a México en materia de lucha contra las drogas y el fomento del Estado de derecho. Como parte del enfoque de la Iniciativa Mérida en la responsabilidad compartida, el gobierno mexicano se comprometió a combatir la corrupción y cerrarle el paso a los cárteles, mientras que el estadounidense a abordar la demanda de drogas y el tráfico ilícito de armas de fuego.

En los primeros dos años del pacto, el Congreso asignó mil 500 millones de dólares a México, lo que permitió la compra de equipo, aeronaves y helicópteros. La asistencia estadounidense se centró en la lucha contra el narcotráfico, la seguridad fronteriza, el antiterrorismo, la seguridad pública y el fortalecimiento de las instituciones que imparten justicia.

“La inteligencia estadounidense apoyó la estrategia de México de arrestar y extraditar a capos de las principales organizaciones del narcotráfico, lo que inadvertidamente contribuyó a la violencia interna en los cárteles”, reconoce un análisis del Centro de Investigación del Congreso de Estados Unidos elaborado en octubre pasado con motivo del inicio de la administración de Sheinbaum.

La cooperación en materia de seguridad entre Estados Unidos y México decayó tras la toma de posesión del presidente López Obrador, en diciembre de 2018, quien disolvió la Policía Federal, que había recibido equipo y entrenamiento estadounidense en el marco de la Iniciativa Mérida. En su lugar, el gobierno creó una Guardia Nacional, compuesta principalmente por militares con una capacidad de investigación limitada.

“Hay que recordar la obsesión del expresidente López Obrador en contra de Felipe Calderón y eso lo llevó a deshacerse de la Iniciativa Mérida y a desmantelar todo aquello que recordara el gobierno del panista”, apunta Javier Oliva, quien advierte que la decisión de reemplazar a la Policía Federal por la Guardia Nacional estuvo impregnada de criterios políticos y fobias personales, más que de argumentos técnicos.

“En 2021, se sustituye la Iniciativa Mérida por el Entendimiento Bicentenario, que nunca fue un documento formal, porque no lo aprobaron ninguno de los Senados, y tampoco fue un instrumento con fortaleza diplomática. Era una declaración de intenciones para combatir a las bandas delictivas y vigilar la frontera”, agrega Oliva.

¿Un TMEC de seguridad?

La cooperación bilateral en materia de seguridad comenzó a deteriorarse tras el arresto del exsecretario de Defensa, Salvador Cienfuegos, en octubre de 2020, por acusaciones de narcotráfico basadas en investigaciones de la Administración para el Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos.

En marzo de 2023, funcionarios estadounidenses y mexicanos anunciaron la segunda etapa del Entendimiento Bicentenario, centrada en combatir la producción de fentanilo, el tráfico de armas y las organizaciones transnacionales delictivas. Sin embargo, el arresto de Ismael El Mayo Zambada, en julio de 2024, tras un operativo del gobierno de Estados Unidos del que autoridades mexicanas no tuvieron conocimiento, volvió a tensar las relaciones.

Ante la falta de un marco que especifique las prioridades, los compromisos y los plazos para cumplirlos, los últimos cinco meses del gobierno de la presidenta Sheinbaum se han visto sujetos a llamadas telefónicas entre ambos mandatarios y a reuniones bilaterales de gabinete.

El aumento de aranceles a insumos y productos mexicanos, la extradición de criminales mexicanos a EU, las redadas contra migrantes en California, la entrega de familiares de El Chapo Guzman a la justicia de EU y las acusaciones de Trump por el tráfico de fentanilo son temáticas que se ha ido atendiendo de manera improvisada por la falta de un plan que guíe las discusiones.

Ante la falta de documento rector que oriente las relaciones bilaterales, el experto en temas de seguridad, Eduardo Guerrero, propuso la confección de un Tratado de Seguridad para América del Norte para enfrentar las amenazas a la democracia y prosperidad de la región.

“El primer paso hacia la integración norteamericana fueron los tratados de libre comercio. Se debe dar un segundo paso teniendo en cuenta las preocupaciones de seguridad”, dijo Guerrero, director de Lantia Consultores, en un foro organizado por el Georgetown Americas Institute.

La firma de un “TMEC de seguridad” es muy complejo en el contexto actual —conflictos bélicos en curso en Europa y Medio Oriente, negociaciones comerciales en puerta, guerra de aranceles, tensiones por las políticas migratorias—, aunque sí es viable un marco de cooperación

Eduardo Guerrero

Sin embargo, para Gerardo Rodríguez, la firma de un “TMEC de seguridad” es muy complejo en el contexto actual —conflictos bélicos en curso en Europa y Medio Oriente, negociaciones comerciales en puerta, guerra de aranceles, tensiones por las políticas migratorias—, aunque sí es viable un marco de cooperación.

“La presidenta Sheinbaum ha demostrado que no se necesita firmar o anunciar un gran convenio de colaboración para verdaderamente avanzar en términos reales en operaciones que atiendan estos dos problemas: seguridad y migración”, subraya.

Pero, si esto es cierto, ¿por qué existe la percepción de que la relación bilateral está peor que nunca? La pregunta se le plantea a Rodríguez, quien sorpresivamente dice que la relación está en uno de sus mejores niveles.

Y argumenta: “No es menor que haya venido a México el subsecretario de Estado, Christopher Landau. Además, se está preparando una visita del secretario de Estado, Marco Rubio. La relación en materia de defensa entre los dos países está a su máximo nivel, entre el secretario Trevilla, el almirante Morales y el jefe del Comando Norte. Creo que hay una muy buena relación”.

EL SOL DE MÉXICO

TE PUEDE INTERESAR:

Síguenos en

Versión impresa

Columnistas

Don't Miss