Hiroshi Takahashi
Por Hiroshi Takahashi
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo aseguró esta semana, durante la conferencia de prensa de Palacio Nacional, que en su administración se han cancelado las contrataciones de equipo de espionaje procedente de Israel, ante pregunta expresa de una reportera sobre la relación comercial que se mantenía entre la industria bélica de ese país y los denominados gobiernos neoliberales.
La mandataria, consciente de lo que representa el tema en un entorno de conflicto en medio oriente, aceptó que las dependencias de seguridad mexicanas cuentan actualmente con equipo de esa naturaleza, que se compró precisamente durante las administraciones del PRI y el PAN, pero hizo hincapié en que no habrá nuevas adquisiciones con las empresas representantes de aquella nación, a menos que se requieran refacciones para los equipos ya existentes.
Se tiene registro de que esos equipos existen efectivamente en el cuartel de la Guardia Nacional y en las oficinas de la Fiscalía General de la República, esto porque, según los documentos de compras del gobierno federal, en los últimos meses de la administración de Enrique Peña Nieto, las desaparecidas Policía Federal y la Procuraduría General de la República se hicieron de tecnología israelí para intervenir llamadas.
A detalle, la Policía Federal Preventiva, dependiente entonces de la Secretaría de Gobernación de Miguel Ángel Osorio Chong, adquirió por 87 millones de pesos un sistema de colección y software de análisis; mientras que la PGR, entonces parte de la estructura orgánica del Poder Ejecutivo y bajo el mando de Alberto Elías Beltrán, adjudicó 67 millones de pesos por un sistema de inteligencia táctica activa G12-S.
Los datos sobre los mencionados softwares de inteligencia e intervención de comunicaciones, identificados como “Sistema Receptor de Radio Frecuencia con accesorios de funcionamiento”, indican que estos fueron importados desde Israel; esto a través de una empresa constituida en Chipre, identificada como UTX Technologies LTD, y de otra más de origen israelí, cuyo nombre es Verint Systems LTD.
El vendedor en México, de acuerdo con los documentos, fue el grupo empresarial PQ Servicios e Infraestructura SA de CV, propiedad del empresario Pedro Javier Quintana; el cual, según la antigua plataforma Compranet, recibió también contratos por alrededor de mil 200 millones de pesos durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, específicamente con la Secretaría de la Defensa Nacional ahora del General Ricardo Trevilla.
La realidad es que no hay certeza sobre si los equipos de espionaje se encuentran todavía en funcionamiento en este gobierno; pero la promesa de la presidenta Sheinbaum Pardo, con la afirmación de que se evitará cualquier contratación a estas empresas y sus representantes, es cancelar por lo menos cualquier ampliación o renovación, justo cuando se acusa al gobierno de Morena de querer controlar la información personal de los ciudadanos con las nuevas leyes de digitalización de trámites.
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