Redacción El Coahuilense
Por Valeria Ferrer y Gonzalo Villanueva/ CEDIL
Saltillo, Coahuila.- En Saltillo, el pasado 17 de enero, la tragedia tocó a un hombre de la tercera edad mientras transitaba por las calles de la Zona Centro. La vida de esta persona se apagó en un lamentable accidente, cuando un camión de la ruta 18 lo atropelló. Según relatos de testigos, el vehículo avanzó mientras el señor cruzaba la calle frente a él, proyectándolo al suelo y pasando por encima de su frágil figura. Las heridas resultantes fueron demasiado severas y la víctima no pudo sobrevivir.
En otro hecho similar, el 29 de febrero Sofía, de 14 años, fue víctima de otro accidente vehicular. Mientras caminaba por la banqueta fue brutalmente golpeada por un vehículo conducido por el adolescente Ricardo N. La joven quedó atrapada contra un establecimiento comercial. Sufrió lesiones graves que pusieron en riesgo su vida. Ricardo N enfrenta ahora procesos legales por su negligente acción que no sólo amenazaron la vida de Sofía, sino que también causaron daños a la propiedad del negocio.
Pocos días después, el 7 de marzo, otro trágico suceso sacudió la ciudad. En plena mañana un hombre de entre 45 y 50 años murió en el periférico Luis Echeverría Álvarez, cerca de la iglesia de Lourdes; fue víctima del conductor de un Mustang. El automovilista alegó que la oscuridad dificultó su visión impidiéndole detectar al peatón que cruzaba el bulevar. El impacto fue devastador: el hombre voló unos 30 metros antes de caer al pavimento. Murió instantáneamente.
Cada una de esas tragedias deja una cicatriz en la ciudad. Detrás de cada incidente hay familias destrozadas, comunidades en duelo y preguntas sin respuesta. Es evidente que se necesita una respuesta más amplia y eficaz para abordar este problema que afecta a Saltillo y a tantas otras ciudades en México.
Para entender mejor este preocupante fenómeno, el Centro de Estudios y Divulgación para la Libertad A.C. (CEDIL) realizó un análisis exhaustivo de las noticias locales desde octubre de 2023 hasta la mitad de marzo de 2024. Recopiló mil noticias de diversos periódicos, se examinaron variables como el tipo de delito y la ubicación de los incidentes.
La imagen que acompaña el presente texto es un análisis léxico-gráfico de los titulares de las noticias y el tipo de delitos registrados por el CEDIL en el periodo antes mencionado. Las palabras que aparecen en mayor tamaño son las que se registraron con mayor frecuencia en las notas de prensa y la codificación de los eventos por parte del CEDIL.
La palabra más recurrente en este análisis fue “lesiones”, lo que refleja la cruda realidad de los accidentes viales que azotan a nuestra comunidad. Además, otros términos como «conductores» y «ebrio» destacaron, señalando la influencia del comportamiento irresponsable en estos trágicos sucesos.
Relatos dolorosos, estadísticas alarmantes
Para añadir contexto a este análisis vale la pena mencionar algunos datos más duros. De acuerdo con registros del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) en 2023 la Zona Metropolitana de Saltillo registró un preocupante número de investigaciones por homicidios culposos en accidentes de tránsito, superando a la Zona Metropolitana de La Laguna.
La tasa en la Zona Metropolitana de Saltillo fue de 19.09 carpetas de investigación por cada 100 mil habitantes, mientras que en la Zona Metropolitana de la Laguna fue de 8.50.
Estas cifras continuaron en aumento para el año 2024, según los datos más recientes del SESNSP. En el primer bimestre del año la Zona Metropolitana de Saltillo ha registrado 30 carpetas de investigación, mientras que 19 en la Zona Metropolitana de La Laguna. Estos números representan un incremento sustancial respecto del mismo periodo del año anterior, resaltando la urgencia de tomar medidas efectivas para abordar este problema.
Estos relatos dolorosos y las estadísticas alarmantes proporcionadas por el SESNSP nos obligan a enfrentar una realidad incómoda: Saltillo, al igual que muchas otras ciudades, enfrenta una crisis de seguridad vial.
Si bien es cierto que los accidentes de tránsito pueden ocurrir por una variedad de razones, desde el descuido hasta la falta de infraestructura adecuada, es innegable que muchos de estos incidentes podrían evitarse con medidas adecuadas de prevención y una mayor conciencia por parte de los conductores y peatones.
Es esencial que las autoridades locales y la sociedad en general tomen acciones concretas para abordar este problema de manera integral. Esto incluye mejorar la infraestructura vial, implementar campañas de educación vial efectivas, fortalecer la aplicación de la ley y promover una cultura de responsabilidad y respeto entre todos los usuarios de la vía pública.
En última instancia, proteger la seguridad vial no es sólo una cuestión normativa, sino también de valores fundamentales como la empatía, solidaridad y el bien común. Todos tenemos un papel que desempeñar en la creación de un entorno más seguro y es crucial que se tomen medidas concretas y urgentes para lograrlo.
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