Redacción El Coahuilense
La noche del lunes y hasta bien entrado el martes, tres accidentes carreteros incomunicaron la capital coahuilense. Los primeros reportes fueron sobre la autopista de cuota, donde un tractocamión se incendió en sentido Monterrey-Saltillo, se sumó luego otro accidente en la autopista libre.
Hasta las 10:00 de la noche, con el tráfico parado, Caminos y Puentes Federales, sólo alertaba de otro accidente pasando la caseta de Puerto México y, con el tráfico varado, decidió que cerraría también el paso libre por Huachichil. Hasta la medianoche, la Guardia Nacional no comunicaba nada.
La situación dejaba únicamente la posibilidad, para el conductor precavido, que revisó las rutas en redes sociales, de recorrer la Monterrey-Monclova, pero poco después de las 9:00 de la noche se desató una balacera entre agentes de la neoleonesa Fuerza Civil y algún grupo de crimen organizado.
Así las cosas, fue imposible llegar a Saltillo procedente de Monterrey o por la 57 que viene de la Ciudad de México.
Un centro industrial y logístico como el que el sureste de Coahuila es no puede estar sometido a situaciones como esa que, se han vuelto más frecuentes sin que exista un protocolo básico para agilizar la circulación.
La Guardia Nacional queda a deber, no sólo en la prevención de accidentes, sino también en las maniobras que se desarrollan por horas, provocando luego que los operadores de transporte de carga opten por dormir, con lo que una vez liberada la ruta del siniestro se retrasa aún más la circulación.
Va siendo tiempo de que el comandante Hernán Cortés (así se llama), responsable de carreteras, se vaya poniendo las pilas junto con los mandos regionales que parecen dormidos en sus laureles.
Abrazados
Después de meses de darse hasta con la cubeta (en sentido figurado, claro está), finalmente, el diputado morenista, Alberto Hurtado y, el panista, Gerardo Aguado, acabaron enlazados en un sentido abrazo.
Todo ocurrió durante la sesión de la Permanente, cuando Aguado y Hurtado se encontraron; se vieron a los ojos mientras se pronunciaban palabras de conciliación y luego, ya de retirada, algún chascarrillo se hicieron que los dejó sonrientes, contentos y satisfechos.
La secuencia de imágenes fue captada por las lentes de El Coahuilense Noticias que llevaron las estampas a #lafotodelasesión en Instagram.
El problema es que cerrar ese episodio, en ambos casos fue nada más para abrir otro pleitazo.
El pleito de Aguado
El líder parlamentario del PAN, Gerardo Aguado, anunció que acusaría a Ricardo Mejía Berdeja por nexos con el hampa. La denuncia sería interpuesta ante la Fiscalía General de la República y también compartida a autoridades estadounidenses.
Uno de los rostros del “narcopoder”, dijo Aguado del petista, quien el sexenio pasado fue subsecretario de Seguridad federal, un cargo desde el cual, según el panista fue un operador político con nexos evidentes con personajes del crimen organizado.
El listado de relaciones fue retomado por Aguado: el asesinado Salvador Llamas; la relación con Tete Galeana, entre otras cosas.
Mejía Berdeja salió de inmediato a dar respuesta, llamando a los panistas “perritos falderos” del gobernador Manolo Jiménez. Según el legislador todo tiene su origen en las críticas que ha hecho a los mandos de seguridad, el huachicol y porque, dice, saben que será el próximo gobernador, porque es el único opositor en Coahuila (¿qué habrá querido decir de Cintia Cuevas, Luis Fernando, Cecilia Guadiana, Antonio Attolini, Tony Castro, Alberto Hurtado y un largo etcétera?). De los nexos señalados, nada.
Hurtado vs Álvaro
Otro legislador abrió frente en el propio Congreso. La sesión transcurría con normalidad y hasta con cierta paz con unanimidades y prontas resoluciones. De repente, el priísta Álvaro Moreira votó en contra de un punto de acuerdo de Hurtado y, a partir de ahí, ambos se agarraron a votarse en contra.
Se dice que Álvaro ya anda preocupado por el avance de Hurtado en su posicionamiento en los sectores populares, de manera que su inquina ya es inocultable.
Perdonados ¿y los carros?
Aunque los Marios ya fueron perdonados, siguen saliendo asuntos que no terminan de cuajar y, desde que Jesús García Sotomayor tomó la administración de Mejora, hay ajustes por hacer.
Y es que en eso de poner orden, el Güero Sotomayor encontró que había un manejo faccioso y oportunista de la gasolina, lo mismo que de los vehículos oficiales que traían para cuestiones personales y hasta para los mandados sus respectivos asistentes.
La cosa es que, cuando se les llamó para hacer el cambio de placas varios se hicieron ojo de hormiga, y pues ahí tiene usted que todavía andan buscando los vehículos que traían asignados bajo sus resguardos porque ni ellos saben quién los trae.
Seguramente se pregunta usted de quién se está hablando y pues… nada más sueltan tres apellidos: Cepeda, Herrera y Fernández.
Emotivo recuerdo
Ayer, la diputada Luz Elena Morales hizo un emotivo recuerdo por el cumpleaños de su padre, el fallecido dirigente sindical Mario Enrique Morales.
La legisladora recordó cómo le gustaba a su padre celebrar su cumpleaños con familia y amigos y lo compartió en sus redes sociales acompañando la fotografía que alguna vez los captó juntos.
Buena memoria dejó don Mario que hasta los opositores más obstinados tuvieron una palabra amable para Luz Elena y su familia, con el recuerdo de ese gran hombre.
Listo “relevo” en el PJ
Será la diputada Olivia Martínez quien el próximo 4 de agosto presida la sesión que renovará (es un decir) al Poder Judicial de Coahuila.
Y es que ayer la Diputación Permanente definió esa fecha para la sesión solemne en la que tomarán protesta los nuevos magistrados (también es un decir porque casi son los mismos) que resultaron electos (también es un decir porque iban en las tres planillas) el pasado 2 de junio.
Cómo se tiene previsto que asista el gobernador Manolo Jiménez, es casi seguro que esa sesión será una de las poquísimas en que veremos el pleno completo, puntual y hasta presentable.
Por lo demás, buena estampa le tocará a la lagunera Olivia Martínez para coronar su paso por el Legislativo con una sesión histórica.
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