Redacción El Coahuilense
El defenestrado exconsejero presidente del Instituto Electoral de Coahuila (IEC), Rodrigo Germán Paredes Lozano, está buscando venganza. El asunto no es nuevo, se sabe desde hace meses y en este espacio se advirtió en su momento. Pero esta vez, su objetivo es la remoción, exactamente como la suya, de los consejeros Óscar Daniel Rodríguez y Leticia Bravo Ostos.
Como se sabe, la elección judicial extraordinaria enfrenta la impugnación de la petista, Rosario Anguiano, que ha sido reivindicada, en el sentido de argumentar en la misma línea discursiva, por Rodrigo Paredes. La lata es la consideración de que no se respetó el criterio de paridad de género, un alegato extraño tratándose de los dos consejeros más comprometidos con la paridad.
El propósito de Paredes Lozano, se dice en el círculo rojo, no es la democracia, ni la elección ni el deber ser. De lo que se trata es de conseguir una resolución que admita la falta de paridad y, a partir de ahí, impulsar la remoción de Óscar Rodríguez y Leticia Bravo (el resto de las consejerías ya no estarán en funciones para cuando el asunto se resuelva).
Para conseguirlo, el plan que se la ha salido comentar, es tomar el precedente de Chiapas en 2016, cuando tres consejeros electorales fueron removidos por no respetar las reglas de paridad.
Claro que eso no va a prosperar como suele suceder con todo litigio paredesco. Primero por la personalidad jurídica de quien impugnó; segundo, por la veracidad o falsedad del argumento y, tercero, porque habría que revisar cuál fue el sentido de los votos de Óscar Rodríguez y Leticia Bravo respecto a paridad. Son detalles, en los que el famoso hidrocálido suele fallar y perder con más frecuencia de lo normal en todos los juicios.
Cruzado de seguridad en el Congreso
El modelo de seguridad, para bien y para mal, fue llevado ayer a la Cámara de Diputados. Por un lado, la morenista Cintia Cuevas, alineada con el petista, Ricardo Mejía Berdeja, arremetieron contra la policía estatal y sus mandos, al calor del debate por las reformas a la Guardia Nacional
Por el lado coahuilense fue el panista, Teo Kalionchiz, quien hizo una encendida apología del modelo, destacó el trabajo en cooperación con las fuerzas federales y recomendó algo similar para el resto del país.
Se sumó también Jerico Abramo, quien tiene más habilidades de oratoria parlamentaria y así, dos contra dos, la polarización local llegó a la tribuna de México.
La boda del año
Entre la clase política coahuilense, hay revuelo por el enlace nupcial que este sábado celebrarán Octavio Pimentel Martínez y Daniela Valdez.
Más allá de la agenda bloqueada y la compra del vestido que llevó a más de uno a cargar las bolsas a la señora en el shopping durante el Outlet National Day, el interés público (y también el de los malquerientes del rector) se concentra en el papel de la novia en la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC).
Como se sabe, Daniela Valdez se desempeñaba como brazo fuerte de la Tesorería universitaria habida cuenta del manejo financiero y de administración que venía ejerciendo desde hace años, antes de ser pareja de Pimentel Martínez quien ayer, para evitar maledicencias, informó que desde hace tiempo (un par de meses según se supo) su prometida fue reubicada laboralmente en la Coordinación de Extensión Universitaria.
La situación es complicada porque Daniela Valdez lleva más de una década trabajando en la Universidad, con derechos laborales adquiridos; por otra parte, al convertirse en cónyuge del rector, la pareja se convierte en blanco de críticas por nepotismo.
Ahora, la cuestión es si una persona en esas condiciones debe renunciar a su carrera y, si se concluye que no, asumir el cambio de plaza, con ajuste salarial y sin mando directo de su prometido, puede ser una buena solución. El cargo es subcoordinadora de Responsabilidad Social.
Los malos oficios de Brenda Güereca
Ayer, como se anticipó en este espacio, la votación para elegir contralor municipal en San Pedro de las Colonias, naufragó. La alcaldesa, Brenda Güereca, no consiguió mayoría calificada y por eso, la designación de contralor municipal pasará al congreso.
El mal oficio político de la alcaldesa, por lo visto, le ha granjeado la animadversión de varios integrantes del cabildo y seis meses han bastado para demostrar que no tiene la habilidad de sacar adelante una cosa tan relevante como lo es el titular de la contraloría municipal.
La votación resultó, vale la pena destacarlo, con 13 votos a favor del candidato de la alcaldesa, Juan Miguel Hernández Vargas. De esos 13 votos, resulta llamativo que uno haya sido del PT y dos de Morena, los partidos cuyos dirigentes estatales se desgañitan auto afirmándose oposición.
Total que, hubo cuatro votos en contra, uno de estos del priista Carlos Abdala Milán, que se sumó al de la exalcaldesa Patricia Grado y al de Jesús Fernando Milán Fernández, estos dos últimos del PVEM. Además hubo tres abstenciones.
Verde negocio
Por cierto, nadie sabe bien a bien por qué durante la gestión de Patricia Grado como alcaldesa de San Pedro de las Colonias, Jesús Milán Fernández obtuvo un contrato millonario que, sin embargo, el ayuntamiento no le terminó de pagar.
Ahora es regidor del PVEM.
Durante varios años Milán Fernández litigó el supuesto adeudo de San Pedro pero fue hasta esta administración, que preside Brenda Güereca, que finalmente le comenzaron a pagar, según se dice, en ministraciones mensuales.
Así, el regidor verde trae nómina y abono grandote, en una de esas ecuaciones para las que haría falta un contralor que revise las ministraciones.
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