Círculo Rojo: Crisis superada ¿y ahora?

abril 29, 2025
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Las horas de tensión se liquidaron con una decisión largamente esperada: la salida de César Perales como mando municipal de seguridad en Torreón, una serie de señales para erradicar la idea de renuncia y, finalmente, la aparición de Román Alberto Cepeda, en la sede del Poder Ejecutivo, cuyo titular, el gobernador Manolo Jiménez Salinas, hizo los anuncios correspondientes.

Todo inició temprano, cuando unas decenas de policías municipales se fueron a paro y bloquearon el bulevar Raúl López Sánchez, en Torreón, a la altura de la comisaría. 

Las primeras señales, sobre la posibilidad de renuncia del alcalde de Torreón al PRI o al ayuntamiento, fue la aprobación del Plan Municipal de Desarrollo en una sesión de cabildo que, tenía como precedente la confirmación ambigua de asistencia del alcalde al Congreso. Promesa de hacer gobierno y reivindicación institucional.

Para las 8:30 de la mañana, la versión sobre órdenes de aprehensión giradas contra Perales, así como sus cercanos identificados como Rulo y Murua, recorrían el mensajeo tempranero de una clase política que hasta entonces sólo esperaba el escalamiento de hostilidades en las horas precedentes a la reunión de diputados con el alcalde de Torreón. No hubo confirmación. Tampoco escalamiento.

Pero eso sí. A media mañana, antes de que el fiscal Federico Fernández Montañez atendiera el llamado del Congreso, la reunión mensual de seguridad resultó en el anuncio, ya en conferencia de prensa, de que el gobierno del estado, apoyado en las Fuerzas Armadas Permanentes, asumiría el mando de seguridad torreonense. Faltaba entonces la respuesta de Román Alberto.

Lo público cerrado y lo cerrado público

Pocos sabían que, antes de dicha reunión, un encuentro del alcalde con el gobernador había atemperado las cosas. Lo que ahí se dijo es una incógnita, pero el comunicado emitido desde Torreón ya daba indicios de admisión: Perales se iba y un tercero, del Ejército, asumiría el control por sí o a través de un militar en posición de tomar el mando.

El gobernador había emitido un mensaje en sus redes sociales en el que además de la conferencia de prensa donde informaba que el estado intervendría, anunciaba una reunión final por la tarde entre otras autoridades con la municipal, es decir, el alcalde de Torreón.

Al mediodía ya no cabía duda de que Perales dejaba el cargo aun y cuando, en la Comisión de Seguridad que preside Carlos Robles Loustaunau, el fiscal Fernández Montañez ofrecía algunos datos como aquello de que Perales y los suyos no tenían controles de confianza.

Mientras la charla del fiscal transcurría en el congreso, el ingeniero Héctor Flores Rodríguez, “Jefe Jaguar”, estaba instalado en la Laguna a punto de tomar las riendas de la corporación municipal en cuyo inmueble sede se mantenía, hasta bien entrada la tarde, la protesta de los policías literalmente entre jaloneos y empujones, gritos y declaraciones.

Más tarde, Jaguar encabeza una transición mientras se anuncia el relevo de Perales, lo que se espera ocurra hoy. Se supone que en estos días se formalizará una designación a favor de un militar en retiro o de licencia.

Así que, cuando finalmente el alcalde Román Alberto Cepeda llegó al Congreso, todo estaba resuelto. En sus expresiones, no había atisbo de derrota ni preocupación. El asunto del congreso, a puerta cerrada, fue mero trámite sin aspavientos y, la beligerancia de Antonio Attolini quedó apocada, engranaje que fue de una maquinaria que operó por otras vías menos la legislativa. De Luz Elena Morales pues… la nada, ni la confianza le dieron de algo más que aparecer ahí, para la del feis.

La salida de Perales

Desde noviembre y hasta hace unos días, este espacio refirió la necesidad de la salida de César Perales de la Dirección de Seguridad Pública de Torreón. No ocurrió, inclusive, cuando su posición era ya insostenible tras los hechos de Nuevo Mieleras. El diferendo entre mandos de seguridad se tornó diferendo político que se prolongaba con altibajos durante siete meses.

Fue el 9 de abril cuando las cosas llegaron al extremo: el alcalde Román Alberto Cepeda reclamaba al fiscal Federico Fernández Montañez, la inmovilidad de los estatales en Nuevo Mieleras el día de los hechos. Estaban en público y subieron tanto el tono que intervino el gobernador.

“Esto se acaba hoy”, fue lo que dijo el gobernador la mañana de ayer ante una situación que deja un mensaje político claro no sólo a los actores de la vida pública laguneros sino a todo el estado.

El mensaje luego, es claro también respecto al modelo de seguridad. Ese modelo es el que ha mantenido las condiciones que hasta ahora se disfrutan en esta ínsula política y de seguridad en el país, que por ahora se reputa a salvo. 

Federico al frente

Cuando llegó a Seguridad Pública, Federico Fernández Montañez realizó una serie de jugadas que le permitieron asumir el liderazgo formal del modelo que, por esos momentos, parecía serle ajeno. La invitación del gobernador a la Marina y algunas decisiones adicionales, afirmaron en Federico el mando no de la secretaría sino del modelo todo.

Sólo quedaba pendiente la posición de Gerardo Márquez, quien cumpliría su período ya avanzado 2024. Se le redujo el margen y, cuando finalmente llegó Fernández Montañez al cargo, la toma de control del modelo fue casi total.

Faltaban dos espacios: Francisco I Madero y Torreón. En la primera, el entonces alcalde, Jonathan Ávalos terminaba su período; en la segunda… lo que resultó ayer.

Hoy puede decirse sin lugar a dudas que Fernández Montañez tiene el control total del “modelo de seguridad”, con todo lo bueno y lo malo, lo ventajoso y lo riesgoso, que eso conlleva.

AIC celebra pero…

La Agencia de Investigación Criminal se anotó ayer un tanto con la detención de Gustavo Adolfo “N”, un empresario de la localidad a quien se le atribuyen fraudes señaladamente inmobiliarios.

Se trata de 10 carpetas que se siguen en su contra por lo que, inclusive, la comunicación institucional solicitó que cualquier afectado por la persona detenida se presentara a denunciarla.

La celebración y convocatoria fue tan fugaz como el tiempo que Gustavo Adolfo pasó detenido. La misma tarde de ayer un juez penal de la localidad lo dejó en libertad.

Más del funcionario judicial

Por cierto que, respecto al caso del funcionario judicial federal que protagonizó un escándalo en un operativo antialcohol, podría ser denunciado por amenazas contra los agentes municipales, según adelantó el alcalde de Saltillo, Javier Díaz.

Eduardo Fuentevilla, secretario de tribunal colegiado fue totalmente reprobado por el alcalde que tomó nota de la disculpa en X aunque no del hecho de que el facineroso la borró.

La denuncia municipal está pendiente de saber si se interpone o no, pero ya hay una denuncia presentada ante el tribunal al que está adscrito Fuentevilla, solicitando que se remita al Consejo de la Judicatura Federal. La denuncia fue presentada por Sergio de la Torre, un abogado local que actualmente contiende para juez federal en materia mixta, aunque la queja no la interpuso como candidato.

Dora Alicia se deslinda

La candidata a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Dora Alicia Martínez Valero, aseguró ayer que no tiene ninguna relación con la investigación ni formó parte del grupo “Palomar”, mencionado en la serie de reportajes TelevisaLeaks publicado por Aristegui Noticias

 Como se sabe, de 2016 a 2023 trabajó en Televisa, donde fue directora de Asuntos Electorales y asegura que sólo se dedicó a lo relativo al cargo. Desde 2023, dejó de trabajar en dicha empresa y no tiene ningún vínculo con esos temas, de acuerdo a una comunicación remitida ayer por su oficina a esta columna.

Como se expuso ayer, en uno de los reportajes publicados el domingo se menciona su nombre pero en ningún momento se le señala o acusa de haber incurrido en alguna de las actividades dadas a conocer por el equipo de Aristegui.

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