Detrás de las incursiones que varios comandos de delincuencia organizada intentaron durante años para penetrar Coahuila por la zona norte, hubo un actor relevante que ha sido identificado como Francisco Javier “N”, alias “La Momia”, quien en días pasados fue detenido en Juárez, Coahuila.
No faltó a quien sorprendiera que “La Momia” no figurara en ninguna lista federal ni de agencias internacionales como para el bombo y platillo con que se informó su detención. Y, sin embargo, no se trata de una figura menor para el interés del estado y la zona norte.
Resulta que el detenido era objeto de una serie de investigaciones y tareas de inteligencia pues se le atribuye el entrenamiento de sicarios que han confrontado a los cuerpos de seguridad por la zonas limítrofes de Nuevo León-Tamaulipas-Coahuila, tanto por La Ribereña como precisamente ahí donde se le detuvo, en la colindancia con Lampazos.
La Momia habría sido parte, en el pasado, del llamado cártel del Golfo, pero en años recientes se le ubicó plenamente como operativo de los reductos que quedan de la organización de Los Zetas que ahora suele nombrarse del Noreste.
Con esa detención, el fiscal Federico Fernández Montañez se anotó la primera captura de un actor de alto perfil y relevancia regional.
La renuncia de José Armando
Un disgusto con el diputado Guillermo Anaya Llamas, habría resultado en la renuncia del hoy exdirigente del PAN en Torreón, José Armando González Murillo, quien de plano dejó también su larga militancia en dicho partido.
El origen de la desazón ocurrió en el contexto de la renovación de la dirigencia estatal en la que González Murillo aspiraba a ser secretario general pero, al no conseguir ni la postulación al cargo, maduró la idea de abandonar el panismo en un contexto de proximidad con el priísta alcalde de Torreón, Román Alberto Cepeda.
De la imposibilidad de ser secretario general, González Murillo acusa a Guillermo Anaya, quien apoyó infructuosamente a Blanca Lamas quien, por su parte, decíamos ayer, también anda enojada.
Anaya Llamas fue jefe político de González Murillo durante unas dos décadas, pero ahora rompieron políticamente como en su tiempo lo hicieron José Ignacio Máynez Varela, Luis Gurza Jaidar, Luis Fernando Salazar y Fernando Gutiérrez quien, al menos en su caso, mantuvo la amistad y el compadrazgo.
Al parecer, González Murillo trae ruta por Plaza Mayor.
Le batalló con el Downy
Ajena al proceso de renovación interna del PAN, Blanca Lamas acaba de incursionar en la actividad favorita de varios legisladores y legisladoras desde que les puso la muestra Alberto Hurtado: la venta de productos a bajo costo en sectores populares, en su caso, de la Laguna. En su distrito, la diputada anda vendiendo paquetitos de verdura a 100 pesos.
El morenista Hurtado fue quien inició la práctica de llevar productos de canasta básica e imprescindibles del hogar a colonias de Saltillo, actividad que empezó a tener tan buen resultado que pronto la incorporó el programa Mejora y la siguieron otros actores políticos como Álvaro Moreira y, con eso, inició la competencia de gangas.
Por cierto, el diputado Moreira sigue haciendo de las suyas en redes sociales y, en el episodio más reciente a propósito de sus vendimias, se aventó la puntada de explicar a los usuarios de TikTok para qué sirve cada producto que vende. Hay que decir que sí supo, aunque le batalló con el Downy.
Operación Anexos
En Monclova, grupos de ciudadanos están denunciando la operación de anexos o albergues para el tratamiento de adicciones que funcionan al margen de la ley y sin condiciones mínimas de salubridad.
Al parecer, el ayuntamiento de Carlos Villarreal ha tomado nota de las denuncias y viene actuando en la clausura de ese tipo de centros lo que lleva, necesariamente, al contraste con dos municipios en los que ese tipo de lugares son abundantes: Arteaga y Ramos Arizpe.
Y es que los gobiernos de Karen Sánchez y Tomás Gutiérrez prefieren hacer la vista gorda ante una operación que pone en riesgo la vida y la salud de las personas, violentando sus derechos, con impunidad total.
La enésima traición
La contratación de una deuda por 100 millones de pesos en el Ayuntamiento de Ciudad Acuña parece inminente y, a la chita callando, el alcalde Emilio de Hoyos ha preferido mantener su plan en secreto no sólo a los miembros del cabildo, sino principalmente a la sociedad.
El crédito, sobre el que se informó en este espacio el pasado miércoles, sería con Banobras y con cargo a las participaciones federales con tan mala planeación que, además del gasto y la comprometida de recursos públicos, no parece funcional.
Nadie sabe a qué le apuesta el munícipe, pero hay voces que de plano, le dan al asunto con una lectura política: De Hoyos estaría preparando el terreno para seguir los pasos de Brígido Moreno, llevando a funcionarios del gobierno federal a inmiscuirse directamente en asuntos del municipio para una eventual entrega.
“La enésima traición a Lenin”, se dice.
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