Por Álvaro Delgado Gómez
El magnate Claudio X. González Guajardo llevó a los tres partidos históricos de México a la peor derrota desde su fundación, ese polo de la derecha que él mismo construyó en su mansión de Las Lomas de Chapultepec, y ahora agoniza otro de sus engendros, Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), abandonado por la oligarquía y por el Gobierno de Estados Unidos que ya no le dan dinero.
González Guajardo creó el grupo de presión MCCI, en 2016, no por una auténtica indignación sobre la corrupción en México, menos aún la del sector privado, sino por el rompimiento por pleitos de dinero de su padre, Claudio X. González Laporte, y otros oligarcas con Enrique Peña Nieto, a quien ellos mismos llevaron a la Presidencia de la República en 2012, con fraude electoral incluido, y le hicieron aprobar entre otras la reforma educativa, capricho de ese junior.
Desde su nacimiento y hasta el 2024, como ha acreditado documentalmente este reportero, MCCI recibió 516 millones de pesos provenientes del Gobierno de Estados Unidos y de oligarcas del Consejo Mexicano de Negocios (CMN), que lo deducían éstos de impuestos, en un fraude descomunal que sirvió para enriquecer al propio González Guajardo y, sobre todo, a María Amparo Casar Pérez, quien cobró en ese lapso 30 millones de pesos en sueldos, un promedio anual de 3.8 millones.
Por su parte, González Guajardo obtuvo ingresos por 11 millones de pesos mientras presidió MCCI, entre 2016 y 2020, cuando renunció para crear y liderar la coalición de PRI, PAN y PRD, con el apoyo de los intelectuales encabezados por Enrique Krauze Keimbort y Héctor Aguilar Camín, coautores del derrumbe del polo conservador.
En ocho años, este grupo de presión dispuso de dinero ilimitado para cumplir sus tres objetivos: Uno, hacer investigación académica sobre las causas y efectos de la corrupción —con jugosos contratos para sus amigos—; dos, litigo estratégico vía amparos contra las obras del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador —también con abogados amigos—, y tres, trabajos periodísticos que tenían prohibido investigar la alta y extendida corrupción privada o de gobiernos afines.
Pero este proyecto está llegado a su fin. SinEmbargoMX publicó este domingo 15 de junio un reportaje bajo mi firma sobre el derrumbe estrepitoso de los donativos para el grupo de presión de González Guajardo, quien ya es visto entre los suyos como un personaje sinónimo de derrota.
González Guajardo sí fue un opositor frontal de López Obrador a través de MCCI y como el jefe del polo conservador, utilizando el financiamiento de los oligarcas prianistas y del Gobierno de Estados Unidos, así como de otras fuentes, en curso de investigación, para la guerra sucia a trasmano.
Pero, así como los partidos de la coalición que él armó en su mansión fueron derrotados contundentemente, y hasta el PRD desapareció, también le ha llegado la hora a MCCI, que ya en 2024 no recibió el financiamiento de Estados Unidos, los oligarcas —a excepción de Valentín Diez Morodo— dejaron de darle dinero a manos llenas y el Gobierno de México le revocó, en enero, la autorización como donataria autorizada, con lo que los donativos que recibe ya no serán deducibles de impuestos.
El autor de esta columna ha revelado documentalmente desde hace años la acción del oligarca González Guajardo desde que, en el Gobierno de Vicente Fox, recursos de la Lotería Nacional fueron a la Unión de Empresarios para la Tecnología en la Educación, A. C. (UNETE), uno de sus engendros, luego la creación de MCCI, sus padrinos que lo financiaban, la creación de la alianza de derecha en su mansión, su fracaso electoral en 2024 y ahora su ocaso como opositor.
En estos años, González Guajardo ha pasado a ser el líder máximo de la derecha a responsable del más estrepitoso fracaso de la oposición. Los oligarcas que le dieron dinero para hacer ganar a Xóchitl Gálvez y frenar el proyecto de López Obrador ya lo llamaron a cuentas y, derrotado, agachó la cabeza.
Aunque algunos politiquillos aún lo buscan por dinero, González Guajardo ha perdido toda autoridad ante el grueso de los opositores. Por eso, ahora se dedica a preparar la biografía de su padre, vacilando si desaparece o sólo redimensiona MCCI.
Todavía en 2024, el grupo de presión de González Guajardo recibió 14.2 millones de pesos, pero para este 2025, sin que se puedan ya deducir los donativos y sobre todo ante su desprestigio y el de María Amparo Casar, su actual presidenta, las cosas pintan muy mal. MCCI agoniza.
González Guajardo es, por sus resultados, el Rey Midas al revés: Todo lo que toca no lo convierte en oro, sino en nada o, en el mejor de los casos, en el odio que rebosa en su cuenta de X un día sí y el otro también.
A González Guajardo le vendría bien un empleo. O ponerse por lo menos a estudiar…
MÁS DEL AUTOR:
Síguenos en