¡Claudia se esconde y no responde!: madres buscadoras

mayo 13, 2025
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Foto: Arantza Díaz/CIMAC Noticias.

Ciudad de México.- «¡Claudia se esconde y no responde!», esta consigna se escuchó por primera vez sobre avenida Reforma; las madres salieron nuevamente a exigir respuestas ante la crisis de personas desaparecidas que atraviesa a México. Esta vez, el paradigma resultó distinto con un cambio de gobierno donde las rabia no se apaciguó, por el contrario, ha repuntado. Las madres del norte del país, hasta las familias desde Guerrero gritaron en aras de que la presidenta les reciba, escuche y reconozca que este fenómeno es un problema sistémico.

Siendo las 10:00 de la mañana, las familias buscadoras de todo el país se reunieron a los pies del Monumento a la Madre donde se clamaron algunos rezos para pedir paz a las buscadoras y descanso a las personas desaparecidas que continúan sin volver a casa. Minutos después, la protesta avanzó a paso lento; muchas mujeres adultas mayores y otras más en silla de rueda con la fotografía de su hijo en las piernas, este año, la tensión resultó evidente, pero también, un sentimiento de desesperanza.

Entre las principales denuncias de este año se encontró que las mesas de trabajo entre autoridades del gobierno y buscadoras no habían sido foros más abiertos para más personas. Este hecho fue denunciado de forma reiterada, particularmente, entre las colectivas de buscadoras con los números más altos de desapariciones -de Jalisco y Tamaulipas-, quienes apuntalaron a que nunca fueron citadas, aún, cuando han denunciado de forma incisiva la presencia de campos de exterminio y crematorios clandestinos en sus entidades. Sostuvieron que las mesas de trabajo fueron insuficientes, pues no se consideran las distintas intersecciones que atraviesan a cada estado del país, como por ejemplo, la presencia de grupos armados, la corrupción, el narcotráfico y la colusión de la policía municipal.

Según leyó una madre en el pronunciamiento frente al Ángel de la Independencia, no se están dando estrategias para frenar y prevenir la escalada de desapariciones y recriminaron a la presidenta:

«Señora Presidenta Claudia Sheinbaum, debe saber que no nos engaña con falsas promesas, con falsas reformas que no son la solución, que no nos darán Verdad y Justicia, que no serán estrategias para frenar, para prevenir la escalada de desapariciones; la solución va más allá, no somos ignorantes; somos personas sujetas de derechos, tenga respeto por nuestra lucha y nuestro dolor; en medida que opte por romper con los pactos de impunidad, podremos empezar a confiar en usted.»

Sostuvieron que sólo podrán hablar de un cambio verdadero cuando se reestructure la Fiscalía General de la República, se limpien los ministerios públicos, se mejoren los sistemas de búsqueda y se purguen las comisiones de derechos humanos, asimismo, exigieron a Sheinbaum que cese a todas las autoridades que han sido indolentes y/o participado activamente en la desaparición de las personas.

En añadidura a esta inconformidad, las madres exigieron al Estado reconocer que las desapariciones forzadas son un problema sistémico, señalando que no permitirían que negaran esta realidad, esto último, haciendo alusión a los comentarios de Gerardo Noroña en contra de Naciones Unidas luego de que el órgano internacional activara un protocolo de vigilancia al considerar que las desapariciones en México constituían un fenómeno sistémico de alerta global. En respuesta a esto, algunas madres reviraron narrando cómo sus hijas e hijos habían sido desaparecidos por elementos de seguridad, secuestrados o sacados con uso de violencia de sus domicilios.

«Según cifras oficiales, 47 personas son desaparecidas cada día. En México, la impunidad que envuelve las desapariciones manda el mensaje de que están permitidas, son el paradigma del crimen perfecto como ha dicho el Comité de Naciones Unidas contra la Desaparición Forzada (CED). Quizá el gobierno no ordena las desapariciones, pero las solapa, las ha permitido a sabiendas de que siguen ocurriendo y eso lo hace cómplice y responsable de la desaparición forzada», denunciaron las buscadoras en su pronunciamiento.

¿Cómo llegamos a este primer 10 de mayo con Sheinbaum?

Joanna busca a su hija desde hace dos años, desaparecida en Pochutla, Oaxaca. Cimacnoticias preguntó sobre cuál es el marco actual en el que se llega; su respuesta es de desenfado. La buscadora explica que, en campaña, se comprometió con las madres buscadoras pero nunca hubo ningún cambio, ni avance «aquí estamos, tenemos que seguir buscando».

A la par, cuestionó que, ni a ella, ni a ninguna de las compañeras buscadoras que conoce las invitaron a las mesas de trabajo.

«Mis compañeras la buscaron y no las recibió, yo di mi voto porque tenía esperanza.

Yo tengo qué celebrar, pero la ausencia de mi hija implica un vacío, tenemos que gritar justicia por nuestros hijos porque las fiscalías no nos hacen caso. dice Joanna.

María Herrera, uno de los símbolos más contundentes sobre la desaparición forzada ha dedicado casi dos décadas de buscar a sus 4 hijos: Raúl y Jesús Salvador Trujillo Herrera, desaparecidos en agosto de 2008 en el estado de Guerrero; mientras que Gustavo y Luis Armando Trujillo Herrera, fueron desaparecidos en Veracruz en septiembre de 2010. A la fecha se desconoce su paradero. María tiene los ojos ajados cuando se le pregunta qué implica seguir al pie de lucha, qué piensa sobre el nuevo cambio de poder y el recién feminicidio de las buscadoras Corina y Teresa González.

¿Hubo esperanza con Sheinbaum? No, ya no, tras tanta frustración y engaño, ya no le creo a nadie. Lo que sí creo es que tenemos que seguir siendo persistentes porque hasta hoy día las madres hacemos el trabajo del gobierno y lejos de valorarnos, nos están matando; nos están acabando. A todas [las buscadoras] nos tienen en la mira porque para ellos es más sencillo silenciarnos que hacer su trabajo.

María prefiere no hablar de gobiernos, la deuda que tiene el Estado con ella la arrastra Felipe Calderón, quien se comprometió a buscar a sus hijos y buscarlos personalmente. En la búsqueda de María, los gobiernos van y vienen, pero no deposita esperanza en ninguno, desde su perspectiva el Estado no representa nada, pero sí, el hecho de no abandonarla a ella, ni a todas las mujeres que dedicaron su 10 de mayo a exigir justicia..

«Hemos pasado a ser víctimas a ser agentes de cambio, pero para eso, necesitamos a la sociedad para que nos atiendan, es para que las personas que vienen vivan en paz»

Cimacnoticias conversó con Aracely, madre de Lesvy Berlín y la postura se aceró a la de María Herrera. La esperanza, dijo Aracely, ya no está sobre el gobierno en turno, sino en las propias mujeres que esa tarde tomaron las calles, porque es gracias a ellas que se está produciendo un cambio verdadero de lucha y descubrimientos; no importa quién o qué discurso se pregone desde el Poder Ejecutivo, la revolución la están haciendo las madres allá afuera y es gracias a ellas que el futuro se vuelve mejor.

Cerca de Aracely marchó Norma Andrade en conjunto con su nieta, Jade. Marcharon rodeadas de una batucada al grito de «¡las desapariciones forzadas son crímenes de Estado!». En entrevista, Norma sólo pidió que las personas desaparecidas volvieran a casa, deseó que ninguna buscadora más se viera gritando por las calles y que cada una de ellas pudiera reencontrarse con sus hijas, hijos, hermanas, hermanos, padres. Al preguntarle sobre el caso de su hija, Lilia Alejandra, sostuvo que no habrá justicia restaurativa en su caso, aún, con la intervención del Sistema Interamericano hasta que detengan a los verdaderos feminicidas.

Marina acompañó la marcha este año, pertenece a la colectiva Huellas de la Memoria quienes dedican su activismo a realizar espacios de memoria colocando huellas de zapatos en honor a las personas desaparecidas, en su caso, lo que produce más rabia es el rechazo del Rancho de Izaguirre y que el gobierno de Sheinbaum se empeñe en desconocer esta crisis.

«Los gobiernos van y vienen, los personajes que tenemos en el poder cambian, pero la respuesta es la misma. No cambia nada, cuando se descubrió el Rancho Izaguirre dijo que no había nada cuando las madres están ahí llorando, reconociendo objetos y no es posible que exista esta negación e indiferencia, el problema es tan grande que querer tapar el sol con el dedo es ridículo», dijo Marina.

CIMAC Noticias

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